A mi hijo pequeño

Por tu mirada inocente,

por el brillo de tus ojos y tu sonrisa dulce,

por tus «te quero mucho»,

por tus besos y caricias,

por tus largas explicaciones, a veces ininteligibles incluso para mí, pero seguro que muy interesantes…

Por tus sonoras risas,

por tu energía desbordante,

por tus canciones y tus bailes,

por tus dibujos por mi cumpleaños en días en que no cumplo años, porque para ti cualquier momento es bueno para cantar «cumpleaños feliz»…

Por tu emoción ante los pequeños y grandes descubrimientos del día a día,

por tus pequeños y grandes avances,

por ansiar mi compañía y querer compartirlo todo conmigo

Por tus retahílas de por qués,

por venir a recibirme siempre con la cara iluminada cuando vuelvo del trabajo,

 por tus «mamáaa, ¿qué haches?…»

Por tus «cura sana» cuando me duele la cabeza,

por lo «interesante» que te pones cuando hablas de tus amigos del «cole» (en realidad se trata de un centro de Educación Infantil), de tu profesora, de la directora, de la cocinera

Por tus expresivos gestos,

por tus inagotables ganas de jugar,

por tus «te pillé» como una invitación para jugar al «pilla-pilla»,

por tus «valeee mamáaa» de niño mayor

Por tu imaginación desbordante,

por tu interés por entender el mundo que te rodea,

por las historias que me cuentas

por los besos que me das,

por tu cariño sincero,

por eso y por todo lo demás: te quiero.

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